Con demasiada frecuencia nos ocurre que solamente valoramos lo que no es cercano a nosotros o comenzamos a apreciarlo cuando alguien lejano viene a decirnos la belleza de lo que poseemos.
Esta entrada quiere poner en valor una de las joyas que nuestra ciudad posee para que la podamos conocer más en profundidad y apreciemos la riqueza artística y teológica que encierra.
Estoy seguro que a muchos de los que pasaís por este blog ose sorprenderá gratamente.