En el blog "Fragmentos del camino" se puede encontrar una excelente unidad didáctica sobre la pobreza.
En estos tiempos de crisis, y siempre, creo que es impriscindible que recordemos a los que más lo necesitan, no paraq quedarnos cruzados de brazos, sino para actuar en favor de los pobres y de los empobrecidos.
En la Biblia la pobreza aparece como algo escandaloso que atenta contra la dignidad de las personas y es contrario a la voluntas de Dios.
“Cierto, muchos hay que no paran de decirme: - Estás atacando a los ricos - pero ¡Ellos sí atacan a los pobres! ¿Con que yo ataco a los ricos? No a los ricos, sino a los que usan mal su riqueza. Yo no me canso de repetir que no condeno al rico, sino al ladrón. Una cosa es el opulento, otra el avariento. Distingue las cosas y no confundas lo inconfundible. ¿Eres rico? ¡Enhorabuena! ¿Eres ladrón? Te condeno. ¿Tienes lo tuyo? ¡Gózalo! ¿Te apoderas de lo ajeno? ¡No me callaré! ¿Me quieres apedrear? Pues pronto estoy a derramar mi sangre con tal de que impida tu pecado!” (San Juan Crisóstomo, Fragmento dela Homilía 2 sobre Eutropio 3).
En estos tiempos de crisis, y siempre, creo que es impriscindible que recordemos a los que más lo necesitan, no paraq quedarnos cruzados de brazos, sino para actuar en favor de los pobres y de los empobrecidos.
En la Biblia la pobreza aparece como algo escandaloso que atenta contra la dignidad de las personas y es contrario a la voluntas de Dios.
“Cierto, muchos hay que no paran de decirme: - Estás atacando a los ricos - pero ¡Ellos sí atacan a los pobres! ¿Con que yo ataco a los ricos? No a los ricos, sino a los que usan mal su riqueza. Yo no me canso de repetir que no condeno al rico, sino al ladrón. Una cosa es el opulento, otra el avariento. Distingue las cosas y no confundas lo inconfundible. ¿Eres rico? ¡Enhorabuena! ¿Eres ladrón? Te condeno. ¿Tienes lo tuyo? ¡Gózalo! ¿Te apoderas de lo ajeno? ¡No me callaré! ¿Me quieres apedrear? Pues pronto estoy a derramar mi sangre con tal de que impida tu pecado!” (San Juan Crisóstomo, Fragmento de