" Un padre estaba siendo continuamente molestado por su hijo. Para distraerlo, cogió de un viejo atlas un folio donde estaba impreso el mapa de todo el mundo: con los países, las regiones, las ciudades, a escala muy reducida. Lo partió en mil pedazos y se lo entregó al niño para que intentara componer aquel puzzle improvisado.
- Le llevará mucho tiempo, pensó el padre.
Pero al cabo de nios intantes, el niño volvió con el mundo bien organizado.
- ¿Cómo has sido capaz de realizarlo tan deprisa?, preguntó asombrado el padre.
- Muy fácil, papá,- repuso el pequeño- en el reverso estaba dibujado un hombre. He reconstruido primero al hombre y el mundo se ha ido articulando por sí mismo".