lunes, enero 30, 2012

El arte cristiano

«Buscad primero el Reino de Dios y su justicia y lo demás se os dará por añadidura». Estas palabras de Jesús le vienen a uno a la mente cuando, al alcanzar la atalaya del Tercer Milenio, lanza una ojeada sobre la vida de la Iglesia cristiana durante 20 siglos. La Iglesia que fundó Jesús de Nazaret es una empresa de salvación. Pero un inmenso patrimonio de cultura y de arte «se le dio por añadidura». A nadie se le oculta el hecho, ni tampoco sus razones, de que en las etapas más antiguas de todas las civilizaciones el arte estuvo ligado a la religión. Por lo que toca al cristianismo, difundido y propagado desde el Próximo Oriente hasta los últimos confines del Occidente conocido hace 2.000 años, su vinculación con el arte fue convirtiéndose en una realidad de tan profunda significación, y progresivamente tan variada y tan espléndida que hoy puede decirse que la historia del arte cristiano casi se identifica con la historia de 15 siglos del arte occidental. ...El arte cristiano ha tenido que desplegar en el tiempo una notable variedad de formas, estilos y contenidos. Esa variedad ha sido el resultado de la influencia de diversos factores: la mudanza natural de la sensibilidad estética del hombre en el curso de los siglos; la fuerza alternante con la que los cristianos han sentido el carácter trascendente o encarna-torio de su fe; y la misma evolución dogmática por la que en cada época la cristiandad ha experimentado la necesidad de expresar en formas sensibles verdades que en épocas precedentes sólo estaban implícitas en su conciencia colectiva. Añádanse otros factores que actúan sobre el arte en general, como son la diversa cultura de regiones geográficamente diferenciadas, la ideología de la sociedad de la que se nutren y para la que trabajan los artistas de cada época, las estructuras socioeconómicas de los diversos grupos humanos, el influjo determinante de ciertos genios extraordinarios regalados por la divina Providencia a la humanidad, que se proyecta sobre una constelación de artistas coetáneos y epígonos, y tendremos un cuadro complejísimo de factores que dan a la historia del arte, y del arte cristiano en particular, esa riqueza variopinta cuyo estudio apasiona justamente al historiador. (INTRODUCCIÓN)

Historia del arte cristiano. Plazaola, Juan ,Ed Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid 1999



2 comentarios:

Maria M. Negrón Rivera dijo...

El arte religiioso es parte de nuestra conversión al cristianismo. Nos inspira, nos lleva, nos enseña. Muy buena presentación para que no inspiremos y nos gocemos en el arte religioso.

7 pecados dijo...

Muy buena informacion y muy buen blog. Enhorabuena. pablo

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